Tarde de nubes
En la gran ciudad
Letra y música de J.R. Alba
Sangre de Barrio
Sé bien que es imposible, que por mucho que lo intente
No volveré a encontrarte nunca más.
Tú rastro imperceptible, se pierde entre la gente
Y aunque intente llamarte no me oirás.
Y dentro de un segundo nuestra historia será historia.
Nos separará un mundo sin recuerdos ni memoria.
Y aunque traté de buscarte no podré localizarte.
Serás otro amor perdido que se traga la ciudad.
Otro nombre sumergido en un mar de frialdad.
Serás otro amor perdido que se traga la ciudad.
Hay tantas avenidas, autobuses y estaciones,
Tantos centros comerciales que explorar.
Tantas plazas derruidas, esquinas y callejones,
Tantas casas y portales que acechar.
Es un universo extenso, inabarcable y colosal.
Es un laberinto inmenso sin principio ni final.
Y aunque traté de buscarte...etc.
Observo cada rostro por si en cualquier mirada
Tus ojos me devuelven la niñez.
La multitud del metro me arrastra hacia la nada
Sus temblores me envuelven otra vez.
Es el mismo protocolo, las mismas caras tristonas.
Es fácil estar solo entre cientos de personas.
Y aunque traté de buscarte...etc.
Avenidas Azules
Por las tardes,
me llevas a pasear de tu brazo
Y las calles
se asombran con la velocidad de nuestros pasos.
Oscurece,
La luna y las farolas se encienden.
Y parece
Que el parque y las estrellas, mi amor, nos pertenecen.
Juntos en la glorieta.
Borrachos en el bar.
Despacio por la plaza.
Bailando sin parar.
Te ofrezco mi amor
En avenidas azules,
Dibujo un corazón
Protegido por las nubes (bis).
Si te dicen
Que vives con la chica sin suerte
No hagas caso,
Abrázame más fuerte y verás lo que se pierden.
Les fastidia,
Jamás conocerán el secreto.
Ocupados,
Midiendo la rentabilidad de su dinero.
Juntos en la Glorieta....
Te ofrezco mi amor...(bis cuatro).
Por si pasa el amor...
Por si pasa el amor a la orilla de tu playa.
Se marinero y ve a buscarlo con tu barca.
Si te dejas llevar por el viento del otoño
Nacerán en tu piel los claveles del insomnio.
Y cansada de llorar la mañana
Te regalará la espuma de la mar
Y cansada de llorar mi guitarra
Te regalará sus alas de coral.
No lo dejes marchar sin arrebatarle un sueño,
Un trozo de cristal que te caliente en invierno,
No te vayas sin ser el príncipe de este cuento.
No me dejes aquí rodeada de silencio.
Y cansada de llorar la mañana...etc.
Y cansada de llorar mi guitarra...etc.
Nunca más
Una de estas noches, cuando duerma la ciudad,
Tú ángel de la guarda volverá.
Y aunque ahora parezca que nunca podrá ser
La vida te sonreirá otra vez.
Sin reparar siquiera en la Ley de la Gravedad,
Te llegará el momento de saltar.
Lanzarte hacía el vacío, sin nada que perder,
Sobre un trapecio frágil y sin red.
Dirigirás tu nave por mares de verbena,
Hasta encontrar la llave que abra tus cadenas.
Y todos tus temores se quedarán atrás.
No vas a tener miedo nunca más.
No hay nada en el pasado que te pueda retener,
Nadie va a despedirte en el andén.
Deprisa, se hace tarde, tu tren se marcha ya.
Haz la maleta es tiempo de viajar.
Hay cientos de lugares que podrías conocer
Y quedan tantas cosas por hacer.
Inicia tu camino con la primera luz.
El destino sólo lo eliges tú.
Dirigirás tu barco hacia el centro del infierno
En busca del demonio que te ha robado el sueño.
Y todos tus temores...etc.
Una de estas noches...etc.
California
Yo tengo sangre de barrio que me corre por las venas
Y si se me va seguro que me viene la gangrena.
Pasajera en los vagones a las seis de la mañana
Voy camino del trabajo cinco días a la semana.
Y no conozco el amor,
Del trigo y las amapolas,
Sólo el cruel beso furtivo
A la luz de una farola.
Y mi canción se ha forjado en cualquier tubo de escape,
Tomando el compás del ritmo asesino de las calles.
Y mi piel se ha vuelto asfalto y mi flor son las acacias,
Las que aguantan el tirón de la mugre y de la grasa.
Y no puedo respirar
El aire del campo abierto,
Porque el humo del carbono
Yo también lo llevó dentro.
Sólo conozco los parques mirando fotografías
De ciudades más hermosas y mejores que la mía,
Más no por eso reniego de mi tierra madrileña,
Que tengo el gran orgullo de ser carabanchelera.
Cuando muera quiero que
Me entierren en la ciudad.
Prefiero el gusano urbano
A la serpiente de mar.
Yo tengo sangre de barrio...etc.
Y mi piel se ha vuelto asfalto...etc.
Y no puedo respirar...etc.
Cuando muera quiero que...etc.
Prefiero el gusano urbano...etc.(bis)
Atasco en la M-30
Parece que las cosas no siempre salen bien.
Los días, es cierto, son duros a veces.
Por un golpe de suerte, problemas más de cien
Y piensas que no tienes lo que mereces.
Te duele la cabeza, se ha roto el ascensor,
Anoche perdiste las llaves de casa.
Colgada y sin paraguas, en pleno chaparrón,
No es fácil poder soportar lo que pasa.
Es el fastidio de cada mañana
Que convierte en eternas las semanas.
Cazada en la M-30, en un atasco colosal.
Madrid es un gran oso que empieza a despertar (bis).
Te llamo y no contestas, me buscas y no estoy,
Parece imposible ponernos de acuerdo.
No sé de dónde vienes, no sabes dónde voy,
Me explicas las cosas y no las entiendo.
Así gira la rueda de mi vida:
Cada final es punto de partida.
Va todo tan deprisa que no puedo avanzar
Que detengan la noria que me quiero bajar.
Podré decir te quiero sin echar a correr,
Beber lentamente una copa de vino.
Buscar en la pereza la ruta del placer,
Romper los relojes, cambiar el destino.
Quiero jugar el juego más despacio,
Sentir que los minutos duran años.
De nuevo en la M-30, en un atasco colosal
Madrid es un gran oso que empieza a bostezar.
Cazada...etc.
Un día gris
Vendrá un día gris,
Luego habrá un día especial,
La tristeza pasará,
Porque cambiará la suerte.
Serás feliz,
Poco después de llorar,
Es lo que suele pasar.
Nada dura para siempre.
Aquel verano junto al mar,
Con quince años que estrenar
Y el corazón en carne viva.
Tres largos meses para amar,
La vida para recordar
Y un funeral por despedida.
Y aunque en aquel momento
Apenas lo entendía,
Para calmar mi llanto
Mi madre me decía:
Vendrá un día gris...etc.
Después ya pude comprender
Que hay tantas cosas que perder
Como alegrías e ilusiones.
Sin noche no hay amanecer.
Sin ignorancia no hay saber
Y el tiempo quita y da razones.
Y cuando me derrota
La melancolía,
Pienso en lo que mi madre
A veces me decía:
Vendrá un día gris...etc.
A veces es fácil volar
Y complicado aterrizar.
Perder el rastro de los sueños.
Pero si dejas de soñar
Descubrirás que, en realidad,
No hay placer grande ni pequeño.
Y si me sobra prosa
Y me falta poesía
Pienso en lo que mi madre
Tirado en la cuneta quedó el trovador.
Sonaba en su guitarra la vieja canción
De flores en el pelo, de amor y de paz,
De rayas en el agua, de la libertad.
Las horas pasa muertas en el mismo bar,
Mirando a su marido que siempre es igual.
Se acuerda de su pelo, su lindo collar,
Su voz y su guitarra, las olas del mar.
Sueña con la dorada California
Y tiene ganas de volver,
Las ilusiones que ayer creyó muertas,
Hoy han vuelto a renacer.
El piensa en aquel tiempo, en aquel gran amor
Que un día, de repente, se fue y le dejó.
Levándose la dicha de su corazón,
Su voz y su guitarra en aquel avión.
Ella en el compañero que se quedó atrás,
Porque el tiempo pasó y no se supo adaptar.
Y se negó a volver de regreso al hogar,
Y se negó a integrarse en la vida normal.
Sueñan con la dorada California
Y tienen ganas de volver,
Las ilusiones que creyeron muertas,
Hoy ha vuelto a renacer. (bis...a florecer).
Tu retrato
Tu retrato, de la pared colgado,
Me recuerda aquellos días junto al mar.
El silencio, que invade mi cuarto,
Me devuelve la tristeza del adiós.
Quién puede negar
Que en tus brazos
Aprendí que el amor
No puede durar
Cientos de siglos
Y los sueños, sueños son.
Y te pienso con la imagen de entonces
Que algún loco dibujante reflejó.
Pelo negro, largo y suelto contra el viento
Y esos ojos que miraban con pasión.
Quien puede negar
Que en tus brazos
Aprendí a no llorar,
Cuando se nos va
Un sentimiento
Que no ha de volver jamás.
Tu retrato...etc.
Te regalo una canción que es para usar y tirar.
Te regalo una canción que te cuenta una verdad.
Te regalo una canción que puede acercarte el mar.
Yo la hice para ti, no me importa donde estés.
Yo la hice para ti, por si de día no ves.
Yo la hice para ti que estás luchando por ser.
Y yo te doy mi canción sin pedir a cambio nada.
Sólo que quizá mañana vuelva a amanecer el sol (bis).
Dispones de mi canción para que te ayude a andar.
Dispones de mi canción como remanso de paz.
Dispones de mi canción cuando tengas que llorar.
Yo la hice para ti...etc.
Y yo te doy mi canción...etc.
Te regalo una canción
Perdí mi libertad, muy joven, sin saber
Ni siquiera si merecía la pena.
Detrás de un hombretón que al infierno me llevó
En su cálido carruaje de arena.
De aquella seducción, aún puedo recordar
Las facturas y a la bruja de al lado,
Con la que se fugó y aunque me abandonó
Ya lo ven aún vivo para contarlo.
Y aun sabiendo que mi historia
No tiene nada de especial,
Yo sufrí bastante, mientras pensaba
Que no podría olvidar.
Cuando me desperté, tan sola en la ciudad,
Acepté casi cualquier compañía,
En una sucesión, que no enumeraré,
De tabernas y de noches vacías.
Ruina y soledad, resaca y decepción,
Arrastraba mi dolor por el barro,
De chica angelical, torné en depredador
Devorando con placer a unos cuantos.
Pero soy tan compasiva
Que no pude conseguir
Convertir esa carrera
En un serio porvenir.
Perdí mi libertad, muy joven, sin saber
Ni siquiera si merecía la pena,
Y aunque dicen que se aprende
De la experiencia y no sé qué,
Yo sigo dispuesta a enamorarme
Si me lo propone usted (bis).
Perdí mi libertad
Cualquier día de estos, lo sé,
Antes de que te frene la muerte,
Tú estarás subida, estoy convencida,
En el autobús de la suerte.
Será una quiniela, la primitiva,
O el gordo de la navidad,
O a lo mejor un amor sincero
Que nada pide y todo lo da.
¿Qué vamos a hacer compadre
Si las cosas se complican?
Si no nos llega el dinero,
Si está cerca la ruina.
Si antes que te pille el paro,
Mejor que te pille un tren.
Que así te pagan la baja
Y llegas a fin de mes.
Cualquier día de estos...etc.
Y el alcalde era un corrupto
Y el banquero era un ladrón.
Primero llegó la crisis
Y luego la recesión.
Que nunca pisa la cárcel
Quien paga un buen ‘abogao’.
Hay mucho culpable suelto
Y mucho juez ‘sobornao’.
Cualquier día de estos...etc.
De mí que se olvide el mundo
Que me marcho de parranda.
Voy a marcarme unos bailes
Con música de guitarras.
Mientras tenga quien me quiera
No perderé la esperanza.
Y mientras me quede vida
No voy a desperdiciarla.
Cualquier día de estos...etc.